
La neurosis es un trastorno de la personalidad, de ansiedad, insomnio, depresión, ira, violencia. Yo siempre he sido así, desde niña, que eso no es locura pero puede parar en loca si no te sabes controlar y tener lo que te dicen allí, buena voluntad pá ser mejor persona. Entonces ahí donde yo voy te ayudan a eso, a ser buenas personas, porque aquello no es más que eso, un programa de recuperación espiritual, que nos reunimos ahí en una iglesia, pero eso no tiene nada que ver con lo religioso porque allí no se habla ni de religión ni de política, sólo de problemas emocionales, de situaciones personales tuyas. Allí lo único que te sugieren es que hay un poder superior, pero un poder tal y como tú lo quieras concebir, porque si tú por ejemplo crees que tu poder superior es la grabadora esta, pues entonces tú te invocas a ella y le dices: “Ay grabadorcita mía ayúdame. Ayúdame que yo necesito que tú me saques de este problema”. Y le rezas y le pides porque eso es en lo que tú tienes fe. Entonces ahí tú aprendes a eso, a recuperar la fe que tú no tienes o que tú perdiste porque… Mira, mi mamá era muy religiosa y mi papá también porque… ¿Ves esa Caridad del Cobre que hay ahí detrás? Esa misma era de mi papá, que por eso es que yo me llamo Miriam de la Caridad. Entonces claro, yo me crié con eso pero es que llega un momento que tantas cosas juntas… porque la gente me dice: “Déjaselo. Tú déjaselo todo a Dios”. Y yo le digo: “¡Coño, Dios tiene que estar de vacaciones porque mi causa no la toca! Yo voy a ver cuándo va a revisar la causa mía a ver qué resuelve ahí”. Y la gente se ríe y me dice: “Tú dices eso pero ten tu fe, ten tu paciencia que todo llega”. Y verdad que es así porque eso, aunque tú no lo creas, te fortalece espiritualmente porque, aunque tú no veas a Dios, aunque Dios no venga nunca a tocarte la puerta y lo veas así en persona como lo estoy viendo yo a él, tú sientes que hay algo que te está levantando, que hay algo que te sostiene porque tú te sientes desplomá y sin embargo no te caes, no sé si tú me entiendes. Aparte, ahí nosotros somos “gente de 24 horas”. Ahí nos enseñan por ejemplo que los pasados hay que olvidarlos, que el futuro no existe y que lo que hay que hacer es vivir el presente y aplicar siempre el “sólo por hoy”: “Sólo por hoy voy a ser feliz”. “Sólo por hoy no voy a discutir”. “Sólo por hoy voy a ser mejor persona”. “Sólo por hoy voy a hacer lo que el grupo me dice”. “Sólo por hoy voy a ocuparme, no a preocuparme” porque las preocupaciones te llevan a la neurosis porque… ¿Qué cosa es la preocupación? La ocupación anticipada de algo que tú no sabes que va a pasar. Entonces hay que mantenerse siempre ocupado. Y eso es así, así mismo es. Y verdad que eso da resultado porque, por ejemplo, a mí las matas me entretienen, me relajan, entonces yo me pongo por la noche a echarles agua, a limpiarlas, a quitarle las hojitas amarillas y cuando termino que me baño y caigo en la cama, lo que cae es una piedra y cuando me levanto al día siguiente, ya soy una gente nueva, porque eso mismo es una forma que yo he tenido siempre, desde hace años, de darme terapia a mí misma sin saberlo ¿tú me entiendes? Y lo mismo con el perro, que las vecinas me dicen: “¿Con quién tú estás hablando Miriam? Digo: “¿Yo? Con Simba”. Y me dicen: “De verdad que tú tienes un pase que estás jodía”. Pero es que yo me pongo a conversar con él y eso me hace sentir bien porque él me responde, él va a donde yo voy y él es el único que me atiende y que me entiende. Y eso es así, a lo que tú te propongas, sea lo que sea, porque si no voy a parar a Mazorra y a mí en Mazorra no se me ha perdío ná. De verdad que no.