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Sí, claro, yo ya ahí tendría catorce años por lo menos. ¿No ves qué melena y qué cuerpazo tenía?  Pero espera m’hija. Deja, deja ésa y déjame enseñártelas por edad pá que veas los cambios chica, pá no se vayan a creer éstos que una siempre ha sido así. ¡Qué va! Mira, espera, mira ésta. Ésta debe ser de las primeras.  Sí, claro, ésta soy yo de chiquita. A ver… ¿Qué dice aquí? “Miriam, 1958”. Ah, claro, entonces ahí yo ya tendría un añito y pico más o menos, pero… ¿viste qué linda? Igual que aquí, mira, esto fue el día de mi bautizo con mi tío padrino que es ése que me tiene en brazos y el que está al lado es otro tío mío, un hermano de mi mamá, que era ciego, o mejor dicho, se quedó ciego porque él no nació así. Sí, él nació bien pero… Bueno, eso es ya otra historia porque… Mira, el problema está en que ese tío mío que todavía vive por ahí en un pueblo de Santa Clara, después de luchar en una guerra que dicen que hubo en Italia hace mucho tiempo y salir de ella con vida, se vino pá acá con su hermano cuando se enteraron de lo de su mamá, pero cuando llegaron aquí, como se encontraron que estaba tó el lío ese de los alzados, entonces él se alzó también en la Sierra Maestra, y ahí luchó con Fidel, con Celia, con Vilma y tó esa gente, hasta que un día, en un combate de ésos, no sé qué problema tuvo, con unas matas en un camión, un gajo le dañó el ojo y ya más nunca volvió a ver. Y entonces… Mira, ése es mi hermano mayor cuando estaba chiquito. Y ahí vestido de vaquero un día de reyes, porque mi mamá le compraba trajes de vaquero todos los días de reyes. ¿Sí no? La verdad es que todos nosotros nos parecemos. No, ése no es, éste de la foto es el que está en los Estados Unidos y el que vive aquí conmigo es el más chiquito. Ahora anda por ahí, pero a ver si viene antes de que os vayáis pá que lo veas. Mira, esto fue aquí en la casa, que mi madre me puso en la cama con una muñeca pá hacerme la foto. No, otra cama que había aquí, la cama de mi mamá y de mi papá. Sí, yo siempre he vivido aquí, ésta ha sido siempre mi casa, yo nunca me he mudado. Yo nací aquí y aquí me crié, igual que mis hermanos, porque nosotros no fuimos nunca de irnos de casa, ni siquiera cuando tuvimos ya nuestras parejas. Aquí nació mi hijo y luego se concibió mi nieta también, lo que todavía no ha podío venir pá acá por la situación en que está la casa ahora, que llevamos ya tres años y pico así, pero aquí va a vivir. Sí, m’hija, aquí todo ha cambiado mucho, todo ha cambiado mucho porque la situación económica no le da a la gente pá poder mantener las cosas y, según se deteriora, venir y repellar, y venir y retocar y que no hay material para todos. Aparte, aunque tú no lo creas, las lluvias, el mal tiempo, tó esas cosas pues también… ¡Ay, mira! Fíjate en ésta. No, ésa no, ésta. Toma, mira. Eso fue en la escuela, que me eligieron “estrellita del carnaval” infantil de la escuela porque sacaban una estrellita por cada aula y después sacaban la estrella de la escuela, entonces yo fui estrellita de mi aula en tercer grado. ¿Tú crees? ¿La misma cara? No sé yo. Los años no pasan en balde, pero bueno una hace lo que puede ¿no?

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